martes, 13 de septiembre de 2011

historias doblando la noche

saludos, aqui nuevamente su amigo kashaker.
cuando estas en el trabajo y con amigos esperando que se acabe el turno, sobretodo si es de noche y trabajas de amanecida, no falta quien empiece la archiconocida conversacion de ¨historias misteriosas¨.
tenia un compañero llamdo Franko el que nos conto esta historia
esto le sucedio al abuelo de un amigo que hace muchos trabajaba como peón y vigilante de unos sembrios en provincias.
todas las noches, despues de hacer su recorrido solia descansar en una gran piedra plana que quedaba al lado de un camino en ese terreno, cerca a una pequeña laguna o ¨pukio¨. una de esas noches , este señor estaba descansando cuando escuho que algo se movía entre los matorrales, levanto la cabeza y vio a un niño pequeño que caminaba rapido (por la posicion en que estaba el vigilante lo veia de espaldas) y que se metía a la laguna y cuando el agua le llegaba a la altura del pecho se inclinaba poniendo su cara contra el agua y seguía caminando hasta hundirse y desaparecer.
el vigilante penso que seria algien de por allí que se bañaba y que saldría después pero paso un buen rato y no volvio a aparecer. se quedo pensando en eso pero no pudo hacer otra cosa que segir su ronda.
otra noche paso lo mismo, el niñito que se mete a la laguna pero el vigilante logro verlo antes de entre al agua y le coge del brazo
-niño que haces, es tarde y te puedes ahogar!
el ¨niño¨ volteó y tenia su cara arrugada y con barba, era un duende!
el duende comenzó a insultar al peón diciendole todo tipo de malas palabras y gritos, mientras su horrible cara sangraba por los poros.
el peón se asustó al ver esto y lo soltó, el duende al verse libre, le dió al peon diciendole¨ya toma esto y dejame en paz¨ una pequeña bolsa de cuero negro, y se fué, sumergiendose en la laguna.
el peón descubrió que de la bolsita salían monedas y otros objetos de valor, como piedras preciosas y pepitas de oro, y otros que por su tamaño una vez sacados no podian creerse que salieran de una bolsa tan pequeña.
bueno el peon le dio uso a las riquesas ilimitadas de la bolsita, se mudó, compró una casa y mantuvo a sus hijos con ello, siempre guardando el secreto...
pasaron los años y el peón ya abuelo,cansado hace un viaje a provincias y regreso al lugar donde vio al duende y enterro dicha bolsita en la orilla de la laguna.
paso algun tiempo y sintiendose morir les conto a sus hijos lo que le habia pasado.
dicen que sus hijos fueron a buscar la bolsita del duende pero no pudieron encontrarla.
el hombre murio en paz, diciendo que si alguna vez reciben un regalo de un duende, al final deben de regresarlo.
esta creencia -dicen- es muy conocida y observada por la gente que sabe de estas cosas.
bueno cuidense mucho.
hasta la proxima. su amigo

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